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"Desaparecidos" en Irak 

Diariamente podemos ver en TV como la situación en Irak es completamente caótica. Pese a los esfuerzos mediáticos por mostrar una realidad normalizada, como ocurrió tras la caída de los talibanes en Afganistán (con las imágenes de cines o salas de videojuegos llenas de gentes, en las que se colaba, desgraciadamente, alguna mujer encerrada en su burka), se puede decir que en Irak, y en Afganistán, la guerra continua. La delincuencia, en forma de grupos organizados o mafias, se ha hecho dueña de la situación: desde los pillajes y asaltos generalizados a comercios (y museos) cometidos tras la entrada de los marines en Bagdad, hasta los secuestros y agresiones en las calles (principalmente a mujeres), el espectro de actos violentos que se da en Irak es completo. Este es el retrato de la vida cotidiana que nos ofrecen comentaristas de excepción como son los propios irakíes: Salam Pax y Riverbend en sus bitácoras personales.

Sin embargo, hay algo que preocupa especialmente: las violaciones de derechos humanos cometidos por las propias fuerzas de ocupación (léase los marines USA). En primer lugar los registros (“raids” en la jerga de ocupación) indiscriminados. Todos hemos visto alguno por TV: se presentan a altas horas de la madrugada, encañonando a todo el que se mueve, y revuelven y destrozan una vivienda para buscar no se sabe bien qué (quizás esas armas de destrucción masiva que se resisten en aparecer). Además, someten a una humillación innecesaria a los habitantes de la casa registrada (tanto a hombres como a mujeres): en mi opinión con este comportamiento están generando un odio a las fuerzas de ocupación que puede servir de caldo de cultivo para “formar” futuros terroristas. Podemos encontrar descripciones de estos registros en las bitácoras de Salam Pax (que sufrió uno en su propia casa) y Riverbend. Está última nos comenta además que estos registros siempre se producen en barrios residenciales de gente (ex)acomodada y nunca en los suburbios donde tienen sus bases de operación las mafias creadas tras la caída de Sadam. Podemos interpretar estos registros como una forma de propaganda dirigida a la opinión pública estadounidense y europea cuyo objetivo es compensar la imagen de caos que la ocupación ha generado.

Pero una consecuencia bastante preocupante de estos registros son los detenidos, los cuales son mantenidos en condiciones que los colocan en la condición de “desaparecidos”. Así, Amnistía Internacional dice:

“La organización siente inquietud también porque más de 2.000 iraquíes siguen privados de libertad, bajo custodia de las potencias ocupantes, en el aeropuerto y otros centros de detención, sin acceso a familiares ni abogados, ni a una revisión judicial. «La tristemente conocida prisión de Abu Ghraib, centro de torturas y de ejecuciones masivas durante el régimen de Sadam Husein, sigue siendo una prisión aislada del mundo exterior. El 13 de junio hubo una protesta en el centro contra la reclusión indefinida sin juicio. Las tropas de las potencias ocupantes mataron a una persona e hirieron a siete», informó tras su visita a Irak el doctor Abdel Salam Sidahmed, director adjunto del Programa de Oriente Medio de Amnistía Internacional.” (Revista de AI, Agosto-septiembre de 2003)

También Riverbend nos hace referencia a los desaparecidos:

“La Cruz Roja no está simplemente administrado la ayuda en forma de medicamentos o comida, sino que está actuando como mediadora entre los detenidos y las fuerzas de ocupación. Antes de que la Cruz Roja se implicara en este asunto, los familiares de los detenidos no tenían ninguna noticia de ellos. Durante los registros y en los controles, la gente puede ser detenida (principalmente hombres y muchachos) y simplemente desaparecen. Los parientes de los detenidos pueden pasar horas delante de los hoteles donde se alojan las autoridades de seguridad Americana mendigando alguna información (alguna pista) acerca de donde podrían encontrar un padre, un tío, un hijo...” (28/8/03)

Y en la bitácora de Salam Pax podemos leer:

“Necesito decir que la gente que es arrestada por los Americanos en los controles desaparecen de la misma manera que lo hacían antes... La Cruz Roja tiene acceso pero es lento. Y los Americanos necesitan siglos para “procesarte”. No estoy bromeando, estos son los hechos. Simplemente revisa los informes de Human Rights Watch.” (21/8/03)

Bueno, no hay ninguna novedad en este comportamiento de los “Americanos”. En primer lugar está el caso tristemente famoso de los presos de Guantánamo. Pero tenemos también las detenciones de cientos (unos 1200 según AI) de varones musulmanes originarios de Oriente Medio y del sur de Asia a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en condiciones cuando menos irregulares (el gobierno estadounidense ni siquiera facilitó los nombres de los detenidos ni de los lugares de detención). Ninguno de ellos fue acusado formalmente de estar relacionado con algún tipo de actividad “terrorista”. 6 meses después de los atentados, unas 300 personas todavía seguían bajo la custodía de los Servicios de Inmigración (a la espera de recibir el “visto bueno” del FBI). AI denunció que a los detenidos se les privó de derechos humanos básicos. El 2 de junio de 2003, la Inspección General del Departamento de Justica de EE.UU. difundió un informe que examinaba estas detenciones. Su conclusión: se detectaron “problemas importantes” en el trato a los detenidos.

Desde la tierra de Lupe, un saludo.