<$BlogRSDUrl$>

La "guerra contra el terrorismo" según Noam Chomsky y Amin Maalouf 

Hace tiempo escribí este comentario sobre el libro de Noam Chomsky, "11/9/2001", editado por RBA (2001) y, al final, del ensayo "Identidades asesinas" de Amin Maalouf (escritor libanés, cristiano, y afincado en Francia), editado por Alianza Editorial (2002, aunque el original es de 1998). Lo hice circular por mail entre mis conocidos en la primavera del 2002.

Sobre el terrorismo (Chomsky):

Llamarla "guerra contra el terrorismo" es simple propaganda, a menos que la "guerra" apunte de verdad al terrorismo. Y, evidentemente, tal cosa no está contemplada porque las potencias occidentales nunca se someterían a sus propias definiciones del término, como figura en el Código de EEUU o en los manuales de las fuerzas armadas. Si lo hicieran, se revelaría en el acto que EEUU es un conspicuo estado terrorista, como lo son sus socios*.
* El ejemplo de estado terrorista que más cita es Israel.

EEUU es después de todo el único país al que el Tribunal Internacional (de La Haya) condenó por terrorismo internacional por "uso ilegal de la fuerza" con fines políticos -así decía el Tribunal- y al que ordenó poner fin a esos crímenes y pagar cuantiosas reparaciones. Como era de esperar EEUU reaccionó intensificando la escalada de la guerra terrorista contra Nicaragua*. También vetó la resolución del Consejo de Seguridad que llamaba a todos los Estados a observar las leyes internacionales.**
* Fue el gobierno sandinista el que denunció ante el Tribunal de La Haya a EEUU por su apoyo a la Contra. Hay que recordar, que si bien el Frente Sandinista alcanzó el poder tras un proceso revolucionario en el que se derrocó al dictador Somoza (por supuesto, aliado de EEUU), se sometió a un proceso electoral ampliamente observado en el que alcanzó legitimidad democrática . De hecho, en las siguientes elecciones, tras la guerra auspiciada por EEUU, los sandinistas perdieron frente a Violeta Chamorro, la candidata de EEUU.
** Lo cual le hubiera obligado a respetar la decisión del Tribunal Internacional.

"(...) los autores (de los atentados del 11 de septiembre) actuaron impulsados por el odio a valores acariciados en Occidente como son la libertad, la tolerancia, la prosperidad, el pluralismo religioso y el sufragio universal" (The New York Times, 16 de septiembre). Semejante interpretación está en total discrepancia con cuanto sabemos (...) Las acciones de Estados Unidos no vienen al caso y, por lo tanto, ni siquiera se mencionan. Es una visión cómoda y la postura generalizada (...) A Estados Unidos y a gran parte de Occidente les convienen esos pretextos. Aunque los occidentales prefieran una historia distinta, en Oriente Próximo se considera que la política de Estados Unidos durante los últimos diez años ha devastado a la sociedad civil (de Irak), mientras ha fortalezido a Sadam Hussein. A quien, como ellos (los arabes) bien saben, Estados Unidos ha apoyado con todo su poder en las peores atrocidades, incluida la utilización de gases letales contra los kurdos en 1988. Cuando Bin Laden señala esos casos en emisiones escuchadas en toda la región, su audiencia entiende. Lo entienden incluso quienes lo desprecian, que son muchos.

La declaración de la secretaria de Estado Madeline Albright -difundida por la televisión nacional- acerca de las estimaciones de medio millón de niños muertos en Irak, como resultado de las sanciones contra el régimen. Albright reconoció que tales consecuencias habían sido una "dura opción" para su gobierno, pero añadió: "Creemos que el precio merecía la pena".*
* ¿Es necesario añadir que posiblemente no opinen igual los árabes? No dejeis de consultar Baghdad Burning.

Aquí (Estados Unidos) todo el mundo estalló de ira cuando el bombardeo de la ciudad de Oklahoma y, durante un par de días, los titulares decían: "la ciudad de Oklahoma parece Beirut".* No vi que nadie señalara que Beirut también parece Beirut. La razón es en parte que la administración Reagan lanzó un bombardeo terrorista en Beirut en 1985, muy parecido al de la ciudad de Oklajoma: situó un camión bomba delante de una mezquita, calculando el momento de la explosion para matar a la mayor cantidad posible de gente cuando saliera del templo. La bomba mató a ochenta personas e hirió a oscientas cincuenta, la mayoría mujeres y niños, según dijo tres años después el Washington Post.
* Ha hecho previamente referencia a como se culpó en primera instanca a el terrorismo arabe, lo que provoco ataques a ciudadanos arabes o Sijs (que parecen arabes) de nacionalidad estadounidense. Como todos sabemos, los responsables de los atentados fueron extremistas de derechas blancos estadounidenses.

He dicho que los efectos del horrendo crimen del 11-09 pueden ser comparables a las consecuencias del bombardeo de Clinton contra la planta de Al-Shifa en agosto de 1998.* Sólo tenemos estimaciones. El embajador alemán en Sudán escribe: "Es difícil establecer cuántas personas han muerto en este pobre país africano, a consecuencia de la destrucción de la fábrica de Al-Shifa, pero varias decenas de miles parece un cálculo razonable." "Al-Shifa proporcionaba medicinas asequibles para seres humanos y todas las medicinas para uso veterinario disponibles en Sudán. Producía el noventa por ciento de los principales productos farmacéuticos. La acción cometida por Washington el 20 de agosto de 1998 sigue privando al pueblo de Sudán de medicinas vitales" (The Boston Globe, 22 de agosto de 1999). "Al-Shifa producía el cincuenta por ciento de los medicamentos de Sudán. Su destrucción ha dejado al país sin suministros de cloroquina, base del tratamiento habitual contra la malaria" (Observer, 20 de diciembre de 1998). "La planta de Al-Shifa es la única que producía fármacos contra la tuberculosis. Especialidades importadas más costosas no están al alcanze de los sudaneses" (The Guardian, 2 de octubre de 2001). "El bombardeode EEUU parece haber hecho añicos la lenta tendencia que evolucionaba hacia una solución de compromiso entre los bandos en guerra de Sudán (...) El ataque hizo trizas los ansiados beneficios de un giro político en el corazón del gobierno islamista sudanés hacia un compromiso pragmático con el mundo exterior" (Financial Times, 8 de septiembre de 1998). Sudán, antes del ataque con misiles de EEUU, era " un país que luchaba por salir de una dictadura militar totalitaria, un islamismo ruinoso y una prolongada guerra civil (...) el ataque con misiles, al dia siguiente, sumió a Jartum (capital de Sudán) en la pesadilla extremista, de la cual estaba intentando escapar" (The Guardian, 2 de octubre de 2001).**
* Se refiere al bombardeo de un complejo industrial farmaceutico de Sudan durante la campaña antiterrorista que siguió a los atentados contra varias embajadas de Estados Unidos.
** Las dos últimas citas son muy interesantes, porque muestran el coste político añadido al coste en vidad humanas que una represalia militar conlleva, y destaca el hecho de que entre todos los caminos posibles para democratizar un pais en vias desarrollo, el bombardeo de sus infraestructutas básicas es el menos útil. Aunque es posible que no se tenga el mínimo interés ni en democratizar el país ni en el propio terrorismo que se pretende castigar. Sobre esto último es muy ilustrativo el siguiente párrafo:

Justo antes del ataque de 1998, Sudán detuvo a dos hombres sospechosos de haber bombardeado las embajadas de EEUU en Africa oriental y lo notificó a Washington, según confirman funcionarios de EEUU. Pero EEUU rechazó la colaboración ofrecida por Sudán* y, después del ataque al laboratorio, Sudán "liberó indignado" a los sospechosos (The New York Times, 30 de julio de 1999). Desde entonces se los ha identificado como miembros de la red de Bin Laden.**
* ¿A que se parece mucho al ofrecimiento de los talibanes para extraditar a Bin Laden si EEUU ofrecía pruebas?
** Pero claro, a lo mejor el terrorismo no importa mucho, y sí, quizás, la posibilidad de que un país en desarrollo se autoabastezca de medicamentos sin contar con las compañias farmacéuticas internacionales. Aunque caben otras razones por las cuales a EEUU no le interesa respetar la legislación internacional respecto a la extradición de delincuentes:

Vuelvo a citar a Arundhati Roy*: "La respuesta de los talibanes a las exigencias de EEUU de extraditar a Bin Laden ha sido de una racionalidad nada corriente en ellos: ofrezcan pruebas y lo entregaremos. La contestación de Bush ha sido que la exigencia no es negociable" Arundhati Roy añade una de las muchas razones por las cuales ese esquema es inaceptable para Washington: "¿Puede India solicitar la extradición de Warren Anderson a EEUU? Era el presidente de Union Carbide, responsable del escape de gas, que mató en Bhopal a dieciséis mil personas en 1984. Hemos reunido las pruebas necesarias. Figuran en los expedientes. ¿Nos lo quieren entregar, por favor?"
* Escritora de la India, autora de "El dios de las pequeñas cosas".

Sobre el fundamentalismo y el choque de civilizaciones (termino acuñado por un "ilustre" pensador estadounidense para describir el futuro de la humanidad). La idea es que si pretendemos explicar lo que ocurre en el mundo musulman en terminos de religión, no entenderemos nada. Así Amin Maalouf dice:

Contra lo que me sublevo aquí es contra esa costumbre que se ha adquirido de clasificar bajo el epígrafe "islam" todo lo que ocurre en cualquier país musulmán aunque entren en juego muchos otros factores que lo explican mejor. Podemos leer diez voluminosos tomos sobre la historia del islam desde sus orígenes y seguiremos sin entender en absoluto lo que está sucediendo en Argelia. Pero si leemos treinta páginas sobre la colonización y la descolonización, lo entenderemos mucho mejor.

Y Noam Chomsky:

En primer lugar, nadie mínimamente razonable define a los árabes como "fundamentalistas". En segundo lugar, EEUU y Occidente en general no objetan el fundamentalismo religioso como tal. De hecho, EEUU es una de las culturas fundamentalistas más extremas del mundo; no el Estado sino la cultura popular. En el mundo islámico, el Estado fundamentalista más extremo -aparte del talibán- es Arabia Saudí, un Estado satélite de EEUU desde sus orígenes; los talibanes son en realidad vástagos de la versión saudí del Islam*.
* Previamente ha descrito como en los años 80, la CIA en colaboración con Pakistán, Arabia Saudí y otros reclutó, entrenó y armó a fundamentalistas islámicos radicales con el fin de luchar contra la invasión sovietica de Afganistan. Este hecho, abundantemente documentado (podemos consultar el magnifico libro de Gilles Kepel "La Yihad. Expansión y declive del islamismo" Ediciones Península, 2001), está empezando a ser negado en los medios de comunicación al más puro estilo orwelliano de reescritura de la historia.

Son palabras de moda (el choque de civilizaciones), pero no tienen mucho sentido. Revisemos brevemente cierta historia conocida. El estado islámico más poblado es Indonesia, favorito de EEUU desde que Suharto tomó el poder en 1965. Entre tanto, masacres dirigidas por el ejército -con ayuda de EEUU- liquidaban a cientos de miles de personas*, la mayoría campesinos sin tierras, en medio de un brote de euforia de Occidente. Hecho tan bochornoso (el apoyo en la prensa a las acciones de Suharto) que Occidente ha conseguido borrar de la memoria. Suharto siguió siendo "uno de los nuestros", según le llamaba la administración Clinton, conforme él acumulaba uno de los récords de matanzas, torturas y abusos más horrendos de la historia de fines del siglo XX (la propia CIA lo compara con Hitler, Stalin o Mao).**
* Supuestamente, miembros del Partido Comunista Indonesio, que tenía bastantes opciones de ganar la elecciones. Suharto subío al poder en un golpe de estado tras derrocar a un gobierno nacionalista dirigido por Sukarno. Como se vé una vez más, la democracia no es el principal objetivo de la política exterior de EEUU. Con los años Suharto invadió Timor Oriental, volviendo a cometer una matanza de considerable dimensiones. En este caso el apoyo le vino de Australia, que firmó, tras la invasión, un contrato con el gobierno indonesio para explotar las reservas (petrolíferas) de la fosa de Timor Oriental.
** A continuación sigue hablando de otros estados islámicos aliados de EEUU, algunos de ellos bastante radicales, como Arabia Saudí. Y también acerca del apoyo al terrorismo en América Central, dirigido en ocasiones contra la Iglesia católica. Y finaliza preguntandose: ¿dónde encontramos exactamente la división entre "civilizaciones"?.

Una última reflexión de Amin Maalouf acerca de las actitudes que solemos tener respecto a los paises subdesarrollados en general, y árabes, en particular:

El postulado básico de la universalidad es considerar que hay derechos que son inherentes a la dignidad del ser humano, y que nadie debería negárselos a sus semejantes por motivos de religión, color, nacionalidad, sexo o cualquier otra condición. No puede haber por un lado una carta universal de los derechos humanos y por otro cartas particulares: una musulmana, otra judía, otra ciristiana, africana, asiática, etc. Pocos discutirán el principio de fondo de esta afirmación: en la práctica, muchos se comportan como si apenas creyeran en él. Es una actitud presuntamente respetuosa (con las diferentes culturas), pero que a mi juicio entraña un profundo desprecio. Respetar a alguien, respetar su historia, es considerar que pertenece al mismo género humano, y no a un género humano distinto, a un género humano de segunda categoría.

Desde la tierra de Lupe, un saludo.