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Por una escuela laica 

La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) ha lanzado la campaña "Por una escuela laica", que pretende que la religión salga fuera del currículo escolar y que con dinero público no se pague el adoctrinamiento religioso. Como contrapartida apoyan una enseñanza científica y humanística, "que propicie una educación para la interculturalidad, que defienda la libertad de pensamiento y de conciencia y que eduque en valores democráticos y en la tolerancia." Este 18 de Febrero organizan un debate en el Ateneo de Madrid con la asistencia entre otros de Rosa Regás y Almudena Grandes.

El gobierno del PP, obligado por sus compromisos con instituciones religiosas tipo Opus Dei, y en contra de las corrientes imperantes en Europa (véase el caso de Francia), decidió ampliar la enseñanza en la escuela pública de la religión católica (no estamos hablando de islam o budismo, claro) hasta el punto de hacer de ella una asignatura puntuable para la nota final, y que puede obligar a repetir curso. En el nuevo currículo escolar se darán más horas de religión que, por ejemplo, de ciencias naturales, lo cual es un indicador claro del talante "progresista" del gobierno (aunque es coherente con su desprecio inversor hacia la investigación científica). Si consideramos que las personas que impartirán la versión confesional de la asignatura de religión son seleccionadas por la Conferencia Episcopal (aún cuando sus sueldos son pagados por el Estado) siguiendo criterios, supongo, de tipo divino, no se entiende como se llevará a cabo una evaluación objetiva de conocimientos y no de creencias y grados de fe (asunto obviamente poco objetivo). Además obliga a que se imparta una asignatura alternativa no confesional, aumentando la carga docente en un tema que debería estar perfectamente incluido en la asignatura de Historia. Y todo porque en nuestra sacrosanta Constitución se incluyó el apoyo a la religión católica en virtud de los acuerdos previamente firmados con el Vaticano (uno más de los lastres de nuestra "modélica" Transición).

En definitiva, la religión es un asunto que, en un estado moderno y laico como el español, debería permanecer en el ámbito privado. De lo contrario me temo que pronto veremos por nuestras escuelas fenómenos como el de los creacionistas estadounidenses (ese país tan liberal), que cuestionan la validez de conocimientos científicos tan sólidos como la evolución de los seres vivos. O lo que es peor, que nos obliguen a rezar el rosario antes de comenzar la clase.

Desde la tierra de Lupe, un saludo.